85. Giacomino, Michele
Escultor.
(1862 - 1938)
Michele Giacomino Manchineli fue un líder en la escultura de Nuevo León. Se le recuerda como un artista y prolífico escultor, quien realizó aportes al embellecimiento de las plazas, sus obras funerarias y sus homenajes a figuras públicas destacadas en la historia del estado. Nació el 20 de marzo de 1862, en Potenza, Italia, en el seno de una familia de artesanos dedicados a trabajar el mármol. Por ello, decidió estudiar en talleres de arte hasta su ingresó a la Escuela de Artes y Oficios.
Mi historia
En 1882, ingresó a la Real Academia de Bellas Artes de Nápoles. En ese entorno, pudo perfeccionar y pulir sus habilidades con las técnicas de los profesionales más distinguidos de la época. Por sus aptitudes artísticas, obtuvo una beca para estudiar en el extranjero, y viajar a Chile y el resto del continente americano.
En Chile, se distinguió por realizar bustos para diversas personalidades. El presidente José Manuel Balmaseda lo convocó para dirigir la Academia de Bellas Artes de Chile, aunque nunca se concretó debido a su salida del poder. En 1895, trabajó junto a José Agustín Jara en los decorados del Monasterio de Claras, antes de regresar a su país.
Realizó diversos viajes, con idas y regresos entre sus estancias. Regresó a Nápoles, donde creó bustos y esculturas para personajes políticos, entre ellos el rey Humberto I, Felice Cavallotti y Antonio Rinaldi. Se embarcó a Nueva York y Cuba, donde trabajó por breves temporadas.
En 1902, se estableció en Mérida. Sus deseos por conocer el país lo empujaron a vivir en Yucatán. Ahí realizó los bustos-retratos del general Francisco Cantón Rosado y Olegario Molina Solís, gobernadores del estado. Instaló un taller de escultura, donde trabajó en al menos 20 bustos más, diversas piezas artísticas y un arco diseñado para la visita del presidente Porfirio Díaz en 1906.
En 1909, realizó diversos proyectos en la Ciudad de México. Por recomendación del gobernador Olegario Molina, se trasladó a la capital para planear una serie de proyectos en conmemoración del centenario de la Independencia de México. Aunque algunos nunca se pudieron llevar a cabo, construyó el Arco de la Paz.
Ese año, se trasladó a Monterrey. En la ciudad, marcó uno de los puntos más importantes de su carrera, al liderar una gran cantidad de proyectos. Entre ellos, la decoración del Teatro Independencia, la escultura de fray Servando Teresa de Mier (hoy, frente a la Biblioteca Fray Servando Teresa de Mier), la escultura de José Eleuterio González “Gonzalitos” (hoy, en el interior de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Nuevo León).
En Monterrey, estableció diversos negocios dedicados a la marmolería. Su taller de escultura “Miguel Giacomino y Compañía” debió cerrar durante la Revolución Mexicana. Sin embargo, estableció los talleres de la marmolería “Giacomino y Cía” frente a la plaza de Colegio Civil en 1920. Así, logró realizar diversas propuestas para el embellecimiento de la ciudad y su arquitectura, aunque varias de estas no lograron concretarse.
Otras de sus obras más notables fueron los bustos y monumentos funerarios. Entre ellas, destacan sus trabajos realizados para Desiderio Lagrange; el monumento a Eloy Estrada; la capilla y busto de Gerónimo Treviño; y el mausoleo de Francisco y Octaviano Zambrano. Estas y otras piezas se encuentran al interior del panteón de El Carmen, la mayoría hechas durante los años 20.
Michele Giacominio falleció el 19 de diciembre de 1938, a sus 76 años de edad. Para entonces, su sociedad “Giacomino, Massa y Cía” se había disuelto. Sin embargo, muchas de sus obras aún perduran, algunas en mayor medida, sin dejar de cautivar por su elegancia y diseño a la habitantes de Monterrey.